josé tarquino, agente especial

Los informes de La Organización carecen de información; José Tarquino, uno de sus mejores agentes, deambula por las calles sin rumbo fijo. Imita a los transeúntes que cruzan las calles aterrados, mirando hacia todos lados; se escabulle entre los arbustos; persigue sin motivo… En alguna parte escuchó que, ante la falta de pistas seguras, lo más adecuado es dejarse llevar por un disparate. (Rodríguez, 2007, p. 105, rescritura).

El comportamiento de Lucrecia le fascinaba. Era como subirse a una montaña rusa o asistir a una gran explosión, a una locura en la que a veces participaba como tramoyista. Pensaba que si hacía un esfuerzo podría conectar todo aquello en un hilo coherente que lo llevara hacia un lugar concreto, acaso hacia los orígenes mismos de La Serpiente. Mientras tanto, se dedicaba a cortar y pegar fragmentos de celuloide y girones de papel periódico.

“Daphne Ruhz asistió a la inauguración de su última obra prendida del brazo de un extravagante sujeto que nadie pudo reconocer. ‘Preséntanos a tu acompañante’, le pidieron varios periodistas, pero la diva sólo se limitó a sonreír, y a dejarse llevar del extraño, vestido como gánster de los años treinta, con gafas oscuras y un sombrero de ala ancha”.

la diva sólo se limitó a sonreír

se apareció Daphne Ruhz con un sequito de idiotas como salidos de la película Entrevista con el vampiro

“el viernes pasado traté de entrar a este bar y fue una de mis peores ideas; resulta que justo cuando íbamos a entrar se apareció Daphne Ruhz con un sequito de idiotas como salidos de la película Entrevista con el vampiro, dando empujones y sacando gente, amangualados con los de la seguridad del bar. A mí me rompieron el vestido, y a mi amigo le rompieron el labio de un puño…”.

«Por primera vez un documento oficial admite que la Zona Rosa, el sector de rumba del norte de la ciudad entre calles 81 y 85, de la carrera 11 a la 15, por donde pasa el 90 por ciento de los turistas que visitan Bogotá, está sitiada por bandas delincuenciales» (El Tiempo, 2014, párr. 1).